MOMENTO DE CULTIVO: LAMINITIS

La pata del caballo tiene una importancia considerable en la anatomía del caballo: soporta todo el peso del cuerpo, asegura la locomoción absorbiendo los golpes e impulsando al animal. Por lo tanto, su estructura es compleja para garantizar todas estas funciones.

El extremo de cada extremidad, el pie está formado por tejidos óseos, tendinosos, cartilaginosos, vasculares, etc. La pezuña (cuerno) corresponde a nuestras uñas, ni sensible ni vascularizada, protege las estructuras internas del pie. Detrás de este cuerno, el esqueleto del pie está formado por 2 falanges (media y distal) que corresponden a las falanges de nuestros dedos, así como al hueso sesamoideo y al hueso navicular. La falange distal está rodeada por una capa de keraphyll y podophyllum, lo que permite que la falange quede suspendida en el pie, en el eje correcto y paralela al suelo. Para garantizar la flexibilidad de movimiento, la resistencia a los impactos y la absorción de impactos, los tejidos blandos, los tendones y los ligamentos completan el pie.

¿QUÉ ES LA LAMINITIS?
La laminitis, una enfermedad muy frecuente en los caballos, se caracteriza por la inflamación y la congestión del pie. Al ser la segunda causa de muerte en caballos, el manejo de la laminitis debe ser rápido para limitar la aparición de complicaciones y secuelas incapacitantes. Muy doloroso para el caballo hasta el punto de que no puede ponerse de pie, cuanto antes se haga el diagnóstico, mayores serán las posibilidades de bienestar del caballo. La laminitis se caracteriza por la inflamación de los tejidos blandos de la pata del caballo, lo que provoca una inclinación o descenso de la 3ª falange.

SÍNTOMAS
Generalmente, los primeros síntomas que se pueden observar son:

• Un pulso inquieto
• Pies calientes y dolorosos al tacto debido a la inflamación
• Reticencia a viajar
• Una posición anormal o pisoteo ya que trata de no apoyarse en sus patas delanteras
• El tratamiento debe ser rápido tan pronto como surjan dudas, para evitar consecuencias más graves para el caballo:
  • Cojear
  • Una deformidad del pie
  • Un caballo mentiroso
  • Postración del caballo

Es importante consultar a un veterinario si se tiene la más mínima duda. El diagnóstico se confirmará mediante radiografías.

QUÉ HACER
Una vez realizado el diagnóstico veterinario, primero es necesario identificar la causa para poder actuar eficazmente con la ayuda de un veterinario. Hay muchas causas de laminitis:

• Causas dietéticas: la laminitis se puede observar después de que los caballos son puestos a pastar. El consumo excesivo de pasto y concentrados ricos en carbohidratos no se ajusta a las necesidades dietéticas de los caballos, y esto puede provocar sobrepeso.

• Causas mecánicas: la laminitis puede producirse por un ejercicio físico intenso en suelo duro, donde el pie está sometido a fuertes golpes. Una fractura o un problema mecánico de una extremidad provoca una transferencia de apoyo a la otra extremidad y, por lo tanto, la laminitis puede surgir de esta compensación de apoyo.

• Enfermedad grave: las toxinas se liberan en todo el cuerpo durante una enfermedad grave, asegúrese de controlar las extremidades de sus caballos, ya que estas toxinas pueden provocar daños vasculares en las patas que conducen a la laminitis.

• El síndrome de Cushing y el síndrome metabólico equino también pueden provocar laminitis.

Además de este tratamiento veterinario, recomendamos varias palancas de acción:

1. Poner al caballo a descansar
   
2. Adopta un reequilibrio dietético complementándolo con nuestro DETOX drenante: el cuerpo se limpiará, eliminará las toxinas acumuladas y desatascará. Esta cura drenante limitará la evolución de la laminitis.
   
3. Mejore la circulación sanguínea en las extremidades con nuestro REGEN’ ACTIVE: para completar la acción de drenaje, la sangre se diluirá, se promoverá el retorno de la sangre de los pies al corazón. Puede masajear el antebrazo de la extremidad para acompañar la acción del REGEN’ ACTIVE.
   
4. Controle el dolor y la inflamación con medicamentos antiinflamatorios no esteroideos y crioterapia.
   
5. Involucrar a un herrador en colaboración con el veterinario si es necesario y cuando la laminitis esté estabilizada con el fin de mejorar la locomoción y el confort del animal.
   
6. Una vez que la laminitis está bajo control y la causa tratada, recomendamos un curso de ACTIVE IMMUNE para fortalecer sus defensas inmunitarias y estimular las células inmunitarias dañadas durante su inflamación.

En cualquier caso, se trata de una emergencia para el caballo, contacta con un veterinario si tienes la más mínima duda.